El registro más antiguo descubierto en China estaba en el Wu Shi Er Bing Fang un libro antiguo escrito en seda. Este libro fue descubierto en una tumba de la  dinastía Han en 1973 con registros escritos sobre ventosas con numerosas técnicas e indicaciones que tratan diversas patologías.

 

Las ventosas tradicionales son de vidrio. Se utiliza el fuego para  el ocasionar un vacío en el interior de la ventosa con la combustión del oxígeno. Que se aplica directamente sobre la dermis usando diferentes técnicas como; la ventosa fija, la ventosa intermitente, la ventosa fregada o incluso la ventosa sangrada. En la actualidad se usan ventosas de metacrilato sin fuego en las que se extrae el aire del interior con una bomba de succión de aire.

 

El tratamiento ayuda en afecciones traumatológicas como pueden ser las hernias, trastornos de la respiración; como el asma o la pulmonía. También promueve la eliminación de  toxinas de la sangre y del sistema linfático.